Me alegro que estés aquí y quieras saber quién está detrás de Goghdèco.

Mi nombre es Theresa y con signo de Capricornio, nací en Melilla, aunque la realidad es que no lo conozco ya que mis padres al poco de nacer, se fueron a vivir a Barcelona. Donde años más tarde nacería mi hermano pequeño.

4 años después nos mudaríamos a Asturias. Donde allí me pasé prácticamente la mayor parte de mi vida, la mitad en Gijón y la otra ultima en Oviedo.

Actualmente vivo en Pozuelo de Alarcón y desde que llevo aquí no ha hecho más que enamorarme esta hermosa ciudad.

Dejé de estudiar con 17 años, después de haber perdido a mi madre un año antes y lo que iba a ser un periodo corto para reubicarme se convirtió en 3 años de recaídas constantes. Ese tiempo de pausa forzada, sin embargo, resultó una valiosa oportunidad para reencontrarme pues en algún momento, sin ser yo consciente de ello, me había perdido.

Me apartó de muchas cosas, pero también pude entender mi paz, conocerme aún mejor, quien era y quien quería ser. En definitiva descubrirme.

Y en ese tiempo me di cuenta de que, a pesar de desempeñar una labor como madre muy importante, necesitaba un tiempo para mí.

Así que 3 años más tarde comencé a estudiar después de varios años de haberlos dejado. Me saqué un Grado en Diseño de Moda en ESNE la Escuela Universitaria de Diseño, Innovación y Tecnología de Oviedo. Aunque no fue nada fácil para mí compaginar estudios, trabajo, ser madre… Pude lograrlo y fue una satisfacción plena.

Con ello creí que hasta ahí terminarían mis estudios, pero nada más lejos, eso hizo que cada vez quisiera estar más activa, con ganas de aprender más y más.



Después seguí formándome en todo lo que estaba relacionado con la moda; Asesoría de Moda e Imagen, Relaciones Públicas de eventos de Moda, Gestión de eventos de Moda y Protocolo para la escuela Mindway en María de Molina en la que imparten cursos de la revista Elle.

Al año siguiente mi mirada se desvió un poco al mundo del Marketing. Así que profundicé en las analíticas Web haciendo pequeños cursos. Hasta este ultimo año pasado en el que me embarqué a realizar un Máster en Marketing Digital, Publicidad y Diseño.

Goghdèco llegó en todo ese momento de una sucumbida actividad y ha tenido mucho que ver con ese reencuentro con mi niñez. Nació entonces como una salida al malestar que sentía y me abrió una ventana a un mundo más bonito e inspirador que el mío en ese momento.

Me hizo volver a conectar con lo que me conmovía: la escritura, sin duda, pero también la fotografía, la decoración, el arte y el gran amor que la Provenza me permitió descubrir.

Poco a poco y sin darme cuenta se había ido iniciando el camino que me ha traído hasta aquí, un lugar en el que lo que soy, lo que siento, lo que valoro y lo que anhelo para mí y para el mundo se funden con lo que hago.

Cuando Goghdèco llegó a mi mente, recordé por que había sido; cuando estaba en primaria tenía una profesora y nos ponía como ejercicio de fin de semana leer algo de poesía. Así que ahí comenzó mi aventura del enamoramiento de aquella lectura. Por lo que a cada rato me encontraba en la biblioteca buscando algo nuevo sobre lo que leer. Hasta que un día descubrí Cartas a Theo de Vincent Van Gogh.

En sus cartas se centra dos temas fundamentales; su vida artística y su vida personal.

Donde ensalza las crisis personales y espirituales, los incesantes apuros económicos, las esperanzas, las decepciones, los hallazgos y la pasión constante de Van Gogh por la creación y la pintura.

Loco o cuerdo, sus cuadros eran relativamente independientes de su psique.

Al haberlas leído hizo que procesará un gran amor por su vida, a sentir una gran empatía por tanto que había sufrido y como nadie le entendía. Conocer a Van Gogh a través de sus cartas ha hecho conmoverme de una forma en que la conexión se iba acrecentando cada vez más hacía el.



Estoy siempre inclinado a creer que el medio de conocer a Dios es amarlo mucho. Ama a tal amigo, tal persona, tal cosa, lo que tú quieras, y estarás en el buen camino para saber más después, he aquí lo que me digo. Pero hay que amar desde una alta y seria simpatía íntima, con voluntad, con inteligencia, y hay que tratar de saber siempre más y mejor. Esto conduce a Dios, esto lleva a la fe inquebrantable. Alguien, para citar un ejemplo, amará a Rembrandt, pero seriamente sabrá que hay un Dios y creerá en él”.

Vincent Van Gogh


Eso hizo que mi proyecto de Goghdèco, fuese en gran parte de lo que muestro y difundo el estilo de vida en el que creo, un estilo de vida más consciente y respetuoso con los valores, con las personas y con el entorno.

Unido a que desde bien pequeña me ha apasionado todo el mundo de la decoración, para mí crear con las manos, construir cosas con cualquier elemento que encontraba por casa era lo que para cualquier niña jugar con sus muñecas. Así que uní esas dos partes y nació en mi cabeza Goghdèco.

Mi vida siempre ha sido y será, una gran tendencia a soñar, demasiadas ansias por viajar y esa rareza tan mía de enamorarme de cada gesto romántico que me regale la vida.

En definitiva… Una optimista inquebrantable a pesar de lo dura que se nos pueda manifestar.



Me gusta rodearme de objetos que, además de funcionales, se hayan realizado de forma respetuosa.

Me emocionan los juegos de luces y sombras y el olor a tierra mojada. Adoro los días largos y la energía del verano.

Me encanta ir descalza sobre la tierra. Mi lugar favorito está en cualquier bosque mágico, descubriendo cada flor salvaje que con su fuerza brota ante cualquier inclemencia, cada árbol, cada rincón que pueda esconder esos mundos tan fantásticos que esconde, observando horas y horas y no dejar de sorprenderme nunca.

Doy mucho valor a la artesanía, a lo hecho a mano con métodos que cuidan el entorno y a las personas, y creo que es importante encontrar el tiempo para lo que nos importa, apagar el ruido exterior y observar la belleza de lo que nos rodea.

Abrazar la vida por lo que es y vivir de una manera más consciente, más simple y más presente es lo que intento cada día y es lo quiero también transmitir y difundir a través de mi blog.

Escribo porque lo necesito, para entenderme, para ordenar mis pensamientos, para procesar lo que vivo y lo que siento. El amor por la palabra escrita me ha hecho creer más en mi misma.

Y eso lo hago de diferentes maneras pero en este momento, sobre todo, dando voz y poniendo imagen a proyectos propios o ajenos que estén alineados con esos valores.

Goghdèco es todo aquello que me hace pensar y que me resulta inspirador, por supuesto.

Mi filosofía es considerar lo cotidiano como arte hasta el último detalle hace que salga mucho más de la vida.

A veces, la belleza es muy fea y, a veces, lo feo es muy hermoso.

Agradezco tu lectura en Goghdèco, por abrazarme con tus pensamientos, por dejarte llevar por los míos y por darme tanto cariño, no puedo hacer otra cosa que darte las GRACIAS.

Es por eso que te quiero regalar esta frase de mi película favorita Joe Black del gran Bill Parrish a su hija.

Nunca se sabe, quizás caiga una estrella.



A lot of kisses!

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies